María Portes 20 años
Soy María Portes, tengo 20 años.
Llegué a la clínica en un estado muy crítico. Sufría de mareos constantes, contracturas tan fuertes que llegaba a quedarme completamente rígida desde los pies hasta la cabeza, sin poder moverme. Tenía migrañas intensísimas que me dejaban totalmente fuera de juego. Todo esto estaba provocado por el bruxismo, algo con lo que he convivido toda mi vida. El dolor era tan constante e incapacitante que afectaba mi estado de ánimo, mi rutina diaria y mi calidad de vida en general.
Antes de encontrar esta clínica, pasé por distintos especialistas: neurólogos, fisioterapeutas, dentistas y médicos generales. Algunos me decían que era estrés, otros que no podían hacer más que recetarme analgésicos o relajantes musculares. Me hacían pruebas, pero nunca encontraban una causa clara ni me ofrecían un tratamiento eficaz y duradero.
Me hablaron de Plaza & Tena Dental como un centro que trataba casos complejos relacionados con bruxismo y problemas funcionales del sistema estomatognático. Después de investigar un poco y ver los testimonios, decidí probar.
Desde el primer momento me hicieron un estudio completo: desde mi mordida hasta una radiografía panorámica de toda la mandíbula. Fue entonces cuando descubrieron que las muelas del juicio estaban presionando un nervio, lo que generaba ese dolor insoportable que ningún otro especialista había detectado antes. Me explicaron todo con claridad, profesionalidad y muchísima humanidad.
El tratamiento se desarrolló a lo largo de dos años. Primero, con la extracción de las muelas del juicio para aliviar la presión sobre el nervio. Y después, con el uso de un aparato retenedor nocturno diseñado específicamente para mi caso. Poco a poco fueron desapareciendo los mareos, las contracturas se volvieron menos frecuentes y menos intensas, y las migrañas prácticamente desaparecieron. El cambio ha sido increíble.
Yo, que he vivido toda mi vida con bruxismo y dolor, solo puedo decir gracias, por quitarme ese dolor insoportable que no me dejaba hacer mi vida.
Siento que tengo una segunda oportunidad para vivir con libertad, sin miedo a quedarme inmovilizada, sin despertarme cada día con dolor.
Recomiendo esta clínica de corazón a cualquier persona que sienta que ha perdido la
esperanza. Aquí no solo me trataron con profesionalidad, sino también con cercanía, atención y un trato humano que marca la diferencia.
MUCHAS GRACIAS equipo de PLAZA & TENA